Duarte,
atentado contra el municipio libre
Municipios:
islas conquistables para el Estado
Dos
diputados contra ley de Tránsito
Marco
Antonio Aguirre Rodríguez
Místicos
y Terrenales
Javier Duarte de Ochoa, como gobernador de Veracruz está mostrando
su lado autoritario e impositivo sin ningún recato y aprovechando el servilismo
que tiene en la actual Legislatura del estado.
Sus propuestas (porque son suyas) del nuevo reglamento de tránsito
y de la reducción de horarios a los establecimientos donde se expenden bebidas
alcohólicas, así lo muestran.
Porque además, en ambos casos, los ordenamientos que quiere poner
en vigor son un atentado al municipio libre, ese que está consagrado en el
articulo 115 de la Constitución general de la república, donde dice que “La
competencia que esta Constitución otorga al gobierno municipal se ejercerá por
el Ayuntamiento de manera exclusiva y no habrá autoridad intermedia alguna
entre éste y el gobierno del Estado”.
Es el mismo artículo que faculta a los ayuntamientos a aprobar
“los bandos de policía y gobierno, los reglamentos, circulares y disposiciones
administrativas de observancia general dentro de sus respectivas
jurisdicciones, que organicen la administración pública municipal, regulen las
materias, procedimientos, funciones y servicios públicos de su competencia y
aseguren la participación ciudadana y vecinal”.
Esto es ratificado por el articulo 71 de la Constitución local y
asentado nuevamente en el articulo 35 de la Ley Orgánica del Municipio Libre de
Veracruz.
Y es precisamente en esto contra lo que está atentando el gobierno
de Javier Duarte, pues tanto tránsito, como regular el comercio –incluyendo los
horarios de venta de bebidas alcohólicas- son facultades de los ayuntamientos.
Por esto es que desde un principio el ayuntamiento de Boca del Río
anunció que no va a aceptar el reglamento de tránsito de Javier Duarte.
De hecho una de las versiones, es que aún cuando Arturo Bermúdez,
vía la Secretaría de Seguridad Pública, tenga a su cargo tránsito municipal en
varios ayuntamientos, los cabildos pueden oponerse a que entre en vigor ese ordenamiento.
En la propuesta de ley disfrazada de intento de evitar que se
vendan bebidas alcohólicas a menores de edad, lo importante para el gobierno
del estado y los ayuntamientos es la regulación del horario de cierre de los
establecimientos.
La propuesta de Javier Duarte es que se haga a las 2 de la mañana.
En la mayoría de los municipios del estado, sobre todo los
pequeños, el comercio de bebidas embriagantes se suspende mucho antes de esa
hora, porque la inseguridad hace que los pobladores ya no quieran andar en la
calle y porque los propietarios de bares y cantinas no quieren mantener
abierto, tanto porque ya no es redituable, como para evitar el pago de cuotas a
grupos delincuenciales, que las exigen.
Pero en cambio, en municipios medianos, pero sobre todo en grandes
y especialmente en aquellos con vocación turística, la medida les afectará
considerablemente. ¿Cuáles?. Pues Veracruz, Boca del Río, Xalapa, Tuxpan, Poza
Rica, Coatzacoalcos, Panuco, Minatitlán, Córdoba, Orizaba, Martínez de la
Torre, Misantla, Tecolutla, entre algunos.
Lo más seguro, para seguir con el mismo ejemplo, es que Boca del
Río no acepte la ley Duarte en cuanto a restringir el horario de apertura de
lugares de venta de bebidas alcohólicas, lo cual provocará muy probablemente un
conflicto, porque al ser Seguridad Pública quien cumpla funciones de inspector
de horarios, querrá cerrar los sitios o cobrar cuotas especiales para
permitirles operar con las puertas cerradas.
Pero en caso de que esto no ocurriese y que el municipio imponga
su criterio, entonces los consumidores nocturnos se irán a Boca del Río a
realizar el consumo de bebidas alcohólicas.
De hecho Guillermo Moreno Chazarini, síndico de Boca del Río, desde
ahora anuncia que no aceptaran ninguna de las propuestas, porque ya tienen
tanto su reglamento de Tránsito como de Comercio.
Enfatiza: “El estado no debe reglamentar actividades que son
responsabilidad de los ayuntamientos”.
Y si es necesario, ya están dispuestos a presentar las
controversias constitucionales correspondientes, y en directo, con la Suprema
Corte de Justicia.
Juan Montes de Oca, regidor del ayuntamiento de Veracruz, refiere
que la ley de Tránsito propuesta por el gobierno del estado es netamente
recaudatoria, es decir que su intención es obtener ingresos… y nada más.
La misma impresión le genera la ley de regulación de venta de
bebidas alcohólicas.
Y sin tapujos apunta que “uno de los fuertes ingresos que tienen
los municipios es por los pagos de ampliación de horarios para venta de
alcohol, lo cual se hace (en la mayoría de los casos) con las cortinas abajo”.
La imposición se ve llegar y Montes de Oca refiere que muy pocos
alcaldes se opondrán porque “aunque quieran no pueden revelarse, porque los
traen con los recursos a cuenta gotas”.
Pero también menciona un ángulo hasta ahora no observado en ambas
propuestas: El gobierno del estado le está ofreciendo a los ayuntamientos
darles una parte de las multas que se recauden por la ley de Tránsito y
dejarles manga ancha para que apliquen el nuevo reglamento de bebidas
alcohólicas, o sea, para que cobren a su antojo las ampliaciones de horario.
Esto como una forma de compensarlos ante la retención de
participaciones y el que no se les den recursos para obra pública.
Pero a final de cuentas, ambas medidas, son generadoras de
corrupción y al más alto nivel, el de las autoridades estatales y municipales.
“Algo que caracteriza a este gobierno estatal es el no respeto a
la autonomía municipal… A los Municipios los ven como islas conquistables y lo
peor es que los Alcaldes lo permiten”, sentencia.
Y es el caso del ayuntamiento de Veracruz: El estado viene y hace
lo que le de su regalada gana, asienta.
Esta postura, es la que corresponde a un gobernador que no respeta
la idea del municipio libre.
Un ente que se cree el gran místico con facultades impositivas y
visiones autoritarias.
Alguien que no respeta a las instancias gubernamentales, ¿qué
pensará de los terrenales que deben acatarlas?.
DOS DIPUTADOS CONTRA TRÁNSITO. La ley de Tránsito ha levantado tal
inconformidad que dos diputados locales, además del senador Héctor Yunes, se
pronunciaron ya en contra de la misma.
Héctor Yunes pidió que se atienda a la crítica ciudadana y
utilizando una imagen de una frase de Fernando Gutiérrez Barrios, invito a
“encender las farolas aunque sea de día”.
Pero Ricardo Ahued fue más allá y se reunirá con cámaras
empresariales del estado para que en conjunto “convenzan” a la Secretaría de
Seguridad Pública de echar abajo el reglamento de tránsito y en caso de que no
se atienda afirmó estar dispuesto a presentar un anteproyecto de acuerdo para
echarlo abajo, por inconstitucional.
Mónica Robles, de Coatzacoalcos, es la otra diputada que se
pronunció en abierto contra el reglamento, porque –dijo- se lo han pedido
uniones y coaliciones de taxistas de Coatzacoalcos, quienes consideran que las
multas contempladas en el reglamento son lesivas para la ciudadanía.
La nueva Ley de Tránsito fue hecha por la Secretaría de Seguridad Pública.
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