Duarte,
reconoce la ineficacia de Seguridad Pública
Gob.
Fral no confía en la policía de Veracruz
Periodistas
asesinados, demerito internacional
Marco
Antonio Aguirre Rodríguez
Místicos
y Terrenales
La seguridad pública en Veracruz sigue siendo deficiente por
completo. Por eso la Fiscalía General difundió ampliamente la detención de una
banda de secuestradores, lo que se logró gracias a infidencias contra los
maleantes, y Javier Duarte hasta recibió a la víctima, todo por ser una figura
del beisbol de las grandes ligas.
Pero la mejor muestra de que las cosas no están bien, es Poza Rica
La inseguridad en esa zona del norte del estado alcanzó niveles
tan altos que el gobierno federal tuvo que mandar a la Gendarmería Nacional, la
policía federal, a resguardar la ciudad.
Dijeron que Javier Duarte pidió la Gendarmería Nacional, y si eso
hizo es porque reconoce la ineficacia de las fuerzas de Arturo Bermúdez, el
Secretario de Seguridad Pública, para atacar el problema.
El operativo de seguridad en Poza Rica se tomó después de que las
quejas contra la falta de vigilancia por parte del gobierno del estado
rebasaron todas las instancias y cuando los índices delictivos crecieron
exorbitantemente.
De hecho, en Poza Rica, entre la población comentan que algunos
funcionarios públicos, de todos los niveles, han sido puestos por los grupos de
criminales, ante la impotencia de las autoridades o por complicidad pura y vil.
Poza Rica y la llegada de la Gendarmería Nacional, es una muestra
de cómo el gobierno federal no confía en las autoridades de Veracruz.
Primero arribó a Poza Rica el llamado grupo de elite de la policía
estatal, la “Fuerza Civil” y la policía del estado desplazó a los policías
municipales, visiblemente ineficaces para detener la acción de los delincuentes
en la zona. Eso fue después de que el 1 de julio Javier Duarte acusase a
periodistas, notarios y otros más de estar involucrados con los grupos
criminales de la zona.
Pero eso fue insuficiente, y unos días después, y prácticamente de
sorpresa, llegó la Gendarmería Nacional, el 9 de julio.
Al gobierno del estado sólo le quedó decir que esas fuerzas
entraban a Veracruz porque el mismo gobernador lo había pedido.
Y esto en si mismo es una contradicción: Javier Duarte se llena la
boca en decir que la Fuerza Civil, esa misma que ya estaba en Poza Rica, es la
segunda mejor armada en el país, pero pidió el ingreso de la Gendarmería
Nacional, lo cual es –a todas luces- un reconocimiento de la ineficacia de la
policía de Veracruz para atacar a los grupos criminales de Poza Rica.
Primero apareció el nuevo vocero de Seguridad Pública, el ahora
diputado priista José Ramón Gutiérrez de Velasco, justificando la llegada de la
Gendarmería Nacional a Poza Rica, porque “existe una situación delicada”.
Después el mismo Arturo Bermúdez, secretario de seguridad pública repetiría la
misma versión.
Vaya, la situación de descrédito hacia la policía de Veracruz es
de tal tamaño en el norte del estado, que Arturo Bermúdez tuvo que reunirse con
los alcaldes de la zona y pedirles, específicamente, “que confíen en la Policía Estatal y sus agrupamientos”,
según el boletín expedido el 9 de julio por la misma dependencia.
En este ambiente de inseguridad pública, el gobierno de
Javier Duarte, lo que busca es deslindarse de investigar, perseguir y castigar
los delitos, para lo cual utilizan tanto la criminalización de las víctimas,
como el deslindarse de la responsabilidad o inventar falsas causales de muerte
en defunciones violentas.
Esto es precisamente lo que Luis Ángel Bravo ha hecho en los
últimos casos de homicidios de periodistas en el estado.
Pero lo hace con el ejemplo y (probablemente) por
instrucciones del mismo gobernador Javier Duarte, aunque digan que ahora la
Fiscalía del estado es un organismo autónomo.
Javier Duarte, allá en Poza Rica, el 1 de julio pidió a los
periodistas portarse bien y no relacionarse con el hampa.
Fue una manera de acusar a los periodistas muertos, de haber
sido asesinados por esta causa.
Fue como el preludio al anuncio del deceso de Juan Mendoza
Delgado, el último periodista muerto en Veracruz, cuyo cuerpo apareció
–paradójica o precisamente- el 1 de julio, supuestamente arrollado en la
autopista Veracruz-Cardel.
La última vez que fue visto con vida, fue el martes 30 de
junio, en la comunidad de El Tejar, por parte de su esposa.
Con la versión de que fue atropellado, hoy la Fiscalía no ha
hecho el menor movimiento para investigar su deceso.
Sin embargo, dentro de la Comisión Estatal para la Atención
y Protección de los Periodistas, el deceso se calificó como homicidio y se
puntualizó en la inconsistencia de que fuera atropellado y llevase una venda en
la cabeza.
De Medellín también era Moisés Sánchez, cuyo caso sigue
abierto.
Y precisamente por ese sacarle el bulto a la obligación, es que la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos condenó el asesinato de periodistas
en Veracruz y urgió al gobierno del estado a investigar los decesos, incluyendo
el de Armando Saldaña, quien trabajaba para la Ke Buena de Tierra Blanca y cuyo
cuerpo apareció en Oaxaca. Ese fue el pretexto de la Fiscalía para deslindarse
de investigar el crimen.
El reclamo porque se investiguen los homicidios de periodistas,
también partió de la directora general de la Unesco (la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura,
de la ONU), Irina Bokova, quien emitió un comunicado pidiendo que se manera
urgente se investigase el homicidio de Juan Mendoza y de otros dos periodistas
muertos entre el 26 de junio y el 2 de julio, en el país (Filadelfo Sánchez y
Gerardo Nieto).
“Los crímenes contra periodistas afectan a la sociedad en su
conjunto y limitan la capacidad de los ciudadanos de tomar decisiones con
conocimiento de causa. Es importante que las autoridades investiguen esos
crímenes y procesen a los responsables”, remarcó Irina Bokova.
Así pues, aunque quien se considera el gran místico de Veracruz
quiera decir que la seguridad pública en Veracruz existe, la verdad es que la
inseguridad pública es la que campea.
XALAPA, ENCUENTRO DE JAZZ. El ayuntamiento de Xalapa está
realizando un muy buen trabajo en la promoción de la cultura y organizó su
“Encuentro Internacional de Jazz”, el cual comenzó el 13 de julio, el cual
–además- es sin costo para el público ni para los estudiantes a quienes se les
darán clases especiales.
Américo Zúñiga, el presidente municipal de Xalapa, ponderó que la
capital del estado tiene una gran vocación cultural y artística, generada y
mantenida a lo largo de su historia.
En este evento participarán el cubano Manuel Valera, el
pianista Alex Mercado, el saxofonista David Sánchez y el destacado exponente
del new jazz, Mario Castro.
Américo Zúñiga dijo que este primer encuentro buscará
consolidarse como un foro especializado destinado para los mejores estudiantes
de género, para fortalecer la formación de los jóvenes músicos y coadyuvar en
la adquisición de competencias musicales para la vida profesional a partir de
una dinámica de trabajo académico en el que se desarrollen las siguientes
competencias musicales necesarias para la ejecución musical del jazz: armonía e
improvisación, instrumento y ensamble o combo.
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