Austeridad para reconstruir
TRG preparó; ILF, verificará
Por Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Para lograr la realización de un “Programa de Reducción del Gasto Corriente 2011”, para obtener 6 mil millones de pesos destinados al fortalecimiento de la infraestructura social y económica del estado y la reconstrucción de las zonas afectadas por las inundaciones del 2010, se requiere necesariamente de una planeación detallada.
Esto es, que los místicos realmente sean ordenas en lo que ofrecen, en lo que hacen y que sepan para que lo hacen.
El “Programa de Reducción del Gasto Corriente 2011”, se anunció por parte del Gobernador Javier Duarte este jueves, en Palacio de Gobierno, con la presencia de todos los secretarios de despacho del gabinete estatal.
El gobernador Javier Duarte de Ochoa toda su preparación académica la ha enfocado a la economía.
En su toma de protesta alentó un párrafo que lo describe de cuerpo completo en su visión de llevar la administración pública y de ejercer el poder como Gobernador:
“La razón de mi Gobierno será en todo momento elevar la calidad de vida de los veracruzanos. Ello, sólo podrá ser realidad en la medida en que nuestros objetivos sociales empaten con los medios económicos para lograrlo”.
Esto se puede entender como que Javier Duarte está dispuesto a cumplir con todo lo que ofreció.
Y con el programa de austeridad lo que dice es que parte del dinero que se necesita para lograr sus objetivos de gobierno saldrá de los ahorros que se logren.
El evento de este jueves fue la formalización de este plan de austeridad que ya habían adelantado el Secretario de Finanzas, Tomás Ruíz González y el Contralor General del Estado, Iván López Fernández, a finales del año pasado.
Tomás Ruíz fue quien diseñó la forma y puntos en los que se debe realizar la reducción del gasto corriente.
Iván López será el encargado de vigilar que se cumpla con la normatividad.
Por eso el Gobernador Javier Duarte sentó a su derecha a Tomás Ruíz y a su izquierda a Iván López.
Entonces, este programa debe salir bien, porque según sus curriculas, Tomás Ruíz es experto en la planeación, el diseño, el desarrollo y la ejecución de programas financieros, mientras que Iván López presenta un largo listado de trabajos de revisión y verificación de actividades, tanto como auditor como coadyuvante de diversos organismos públicos y privados.
Dicho en palabras de terrenal: Tomás Ruíz sabe como se hace el chocolate y decirle a otros como lo hagan, Iván López, sabe como medir la eficacia y calidad con la que se hace el chocolate.
Cuando el Gobernador Javier Duarte le da la encomienda a estos funcionarios, lo hace también para fortalecer los puntos que pondera como sustento de su actividad pública:
Primero, el manejo económico de las finanzas públicas. Esto fue lo que le permitió primero vislumbrar y después implementar el programa de bursatilización de los recursos de la tenencia vehicular, que luego fue copiado por otros gobiernos estatales e incluso por el gobierno federal.
Segundo, implementar un gobierno de resultados, esto es, que la administración pública se planifique hacia el logro de objetivos y que no se lleve sólo como un mar de ocurrencias.
Tercero, el orden en la administración pública. Javier Duarte en los cambios que ha realizado a la estructura de gobierno denota la intención de ordenar la forma de hacer gobierno, dejando de lado la tendencia de aglutinar poder o disminuirlo en torno a una figura pública.
Para ratificar esto, su discurso de este jueves 27 de enero de 2011, lo inicio apuntando:
“El progreso por el que trabajamos todos los veracruzanos debe estar respaldado por un gobierno ordenado y eficiente, un gobierno que de manera responsable y con un sentido de planeación estratégica destine los recursos para generar más oportunidades de crecimiento y de bienestar social”.
Hasta el cansancio y más allá, se mencionó en los últimos días del anterior gobierno estatal y en los inicios del presente, la escasez de recursos monetarios al grado de que en algún momento se acusaron, por ejemplo, falta de dinero para el pago de sueldos a empleados de la SEP, a pensionados, a empleados del gobierno estatal en general y hasta ahora se mantienen las menciones de la falta de pago a proveedores y contratistas.
Ante esto, precisamente, el “Programa de Reducción del Gasto Corriente”.
“Las finanzas del Gobierno del Estado atraviesan por una circunstancia compleja que obliga a hacer ajustes para cumplir con las tareas que nuestro pueblo demanda y merece. Este esfuerzo requiere destinar mayores recursos públicos hacia obras de infraestructuras y acciones orientadas a fortalecer la economía, sobre todo en las zonas afectadas” por las inundaciones del 2010, puntualizó el Gobernador.
El ajuste de un 25 por ciento de su presupuesto para cada dependencia del sector público, sin embargo implica que se debe mantener la calidad de los servicios que se brindan a los terrenales por parte del gobierno de la entidad, aún cuando no habrá creación de nuevas plazas en el gobierno, “salvo en las áreas de salud, educación y seguridad, que es donde requerimos reforzar la acción gubernamental”.
AGUA QUE FLUYE
OLIVIER Y BULLYING. Cuando el profesor Hipólito Olivier Pérez afirma que el bullying, o agresión prolongada hacia los alumnos por parte de otros alumnos, es un fenómeno controlado, ojalá que se refiera a que es un problema que se atiende y no a que este es un problema al que se le voltea la cara.
Hipólito Olivier tiene la obligación de saber de educación más que cualquier terrenal, porque además de ser miembro de la dirigencia de la sección 32 del SNTE, es el director de Educación Secundaria, de –precisamente- la Secretaría de Educación y Cultura del estado.
La violencia en las escuelas por lo regular es un problema del que los padres se enteran tarde, porque los niños y jóvenes prefieren ocultar a sus progenitores las agresiones que sufren por parte de otros compañeros.
Sin embargo los profesores y demás personal encargado de la vigilancia de los alumnos, deberían detectar estos problemas, solo que en las escuelas públicas –sobre todo- los victimarios buscaron lugares escondidos para abusar de sus compañeros de estudio.
El problema es doble, por que hunde a las víctimas, pero también vuelve cada más agresivos a los victimarios.
Y ambos requieren tratamiento y atención, ahora, para que las conductas no se repitan en el futuro, extendiendo la agresión a toda la sociedad.
Ojalá el profesor Hipólito Olivier sepa realmente como tratar este y otros problemas del comportamiento de los estudiantes y que sus palabras no sean sólo una búsqueda de la puerta fácil para quitarse de la búsqueda de información de los medios.